12 de agosto de 2008

Estaría bien que por una vez, dejásemos de ver a esa persona que otros conocen, y conozcamos a esa persona que nosotros no conocemos. Que por una vez dejásemos de mirar por los ojos de los demás, y mirásemos con los nuestros, que nos dejásemos de primeras impresiones, y de conformarnos con lo que vemos.

A mucha gente le vendría bien saber que detrás de lo que muchos no soportan, puede haber algo maravilloso, que muy poca gente llega a descubrir. Que detrás de una persona tímida y reservada, puede haber un mundo que muchos quisiéramos, pero es más bonito y sencillo conformarnos con lo que vemos a primera vista… O que detrás de esa persona a la que todos adoran, puede no haber más que un ser vacío y sin encanto.

Quizá, todos deberíamos pensar en ese iceberg, a primera vista como todos y pequeño, mirando más allá, algo magnífico y diferente.

Como decían unos tal Ankhara


Mírame atentamente

Yo no soy lo que crees ver..


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sufrí eso a lo que te refieres. Era el chico tímido que no hablaba mucho con nadie y muy poca gente se preocupó por saber si había más.

En fin, supongo que es nuestra naturaleza ser tan gilipollas.

Japa dijo...

Todos somos maravillosos icebergs que escondemos lo mejor de nosotros mismos, quizás por miedo a que otra gente se aproveche de nosotros o a que destruyan eso que amamos ser.

Pero, si lo ocultamos, es por algo. Es porque sabemos que no todas las personas se merecen saber cómo somos en realidad, porque la mayoría de la gente no vale la pena. Y los que la valen de verdad, esos sí que saben cómo somos, y los llamamos amigos.

japabesoo